LEA CADA DÍA
Leer es una manera maravillosa de aprender para los niños, incluyendo los bebés, aunque no entiendan una sola palabra de lo que estás diciendo. Ellos ponen atención a tu voz y escuchan palabras nuevas y diferentes. Con el tiempo ellos pueden entender y seguir los cuentos. Además, esta experiencia es un momento muy especial entre el niño(a) y tú. Leer ayuda a los niños a aprender a:
Hablar Concentrarse Concentrarse Pensar
La mejor manera de leer a tu niño es divirtiéndose! A ellos le empezarán a gustar los libros y van a querer leer cuando sean más grandes. Prueba estos consejos:
Abrace a su niño cuando lea.
La calidez y el amor que tu bebé siente a través de tu contacto ayudará a que los cuentos le gusten aún más. Esto también puede hacer que el papá o la mamá se sientan bien.
Hable acerca de los dibujos y las fotografías.
No es necesario que leas las palabras del cuento. Señala las fotografías y cuéntale a tu niño lo que pasa en ellas.
Déjate llevar por lo que tu niño quiera hacer.
Puede que tu niño mastique las páginas del libro o quizá cambie de página. ¡Eso está bien! Tu niño puede disfrutar más de la hora del cuento cuando puede explorar su libro de la forma en que prefiera.
¡Conviértete en el personaje!
Usa diferentes voces para los diferentes personajes. A los bebés les gusta cuando eres juguetón y haces que el cuento sea más divertido.
Establece una rutina.
Haz que la lectura sea parte de la vida diaria de tu niño. Pueden leer un libro antes de dormir, durante un viaje en autobús, o su cuento favorito antes de llevar al niño pequeño a la guardería.
Unos cuantos minutos está bien.
Los niños pequeños sólo pueden estar quietos por poco minutos. Está bien si no terminas el cuento o si te saltas algunas páginas. .
¿Qué clase de libros son buenos para leer? Tú puedes escoger libros adecuados para la edad de tu niño.
BEBÉS DE 6 A 12 MESES
Libros de cartón. Busque libros con fotografías de otros bebés o fotos de cosas que ellos puedan reconocer, como pelotas y biberones.
Libros de cartón con diferentes texturas o ventanitas. A los bebés les gusta abrir la ventanitas y tocar las diferentes texturas. El explorar les ayuda a aprender acerca del mundo que los rodea.
Libros de plástico o vinil. Estos libros son ideales para la hora del baño.
NIÑOS DE 12 A 24 MESES
Libros durables. A los niños pequeños les encanta llevar cosas de un lado al otro. Este tipo de libros no se romperán cuando se les caigan.
Libros de buenas noches. Leer estos libros antes irse a la cama, puede ayudar a que tu niño(a) se calme y relaje. Abrázalo mientras lees para hacer esta experiencia más acogedora.
Libros de saludos Hola y Adiós (Hello and good-bye). Estos saludos básicos ayudan a enseñarle a tu niño(a) a comunicarse.
Libros de animales. Pregúntale a tu niño(a) qué sonido hace cada animal. ¡Les encanta!
NIÑOS DE 24 A 36 MESES
Libros con cuentos simples. Tu niño(a) puede entender mejor los cuentos.
Libros con rimas simples. Con el tiempo, tu niño(a) se divertirá aprendiéndose las palabras de memoria.
Libros con el alfabeto, figuras, tamaños y para contar.
Libros Pop-up. A los niños pequeños les encantan estos libros divertidos porque le dan vida al cuento. Sin embargo, ten cuidado si le das este tipo de libros a bebés o a niños muy pequeños: ¡pueden morderlos o arrancar algunas partes del libro!
PREESCOLARES DE 3 A 5 AÑOS
Libros acerca de otros niños. Estos libros pueden hablar sobre niños que se parecen y viven como ellos, o acerca de otros niños que tienen diferentes estilos de vida. Los libros acerca de amistades pueden ser buenos también.
Libros para aprender a contar. Tu niño(a) está listo para aprender conceptos como contar. También puedes experimentar con libros sobre los tamaños y la hora.
Libros acerca de cómo funcionan las cosas. Prueba libros acerca de camiones de basura, herramientas, flores o cualquier cosa en la que tu niño(a) esté interesado.
Libros con palabras simples. Es posible que ahora tu niño(a) memorice ¡o hasta lea!
Rabietas y pataletas. 10 consejos para afrontarlas
10 Reglas para manejar las
rabietas y pataletas.
Una
conducta habitual en los más pequeños son las rabietas. Las rabietas pueden
venir provocadas por distintas situaciones, por lo general son su forma de expresar una frustración o
un enfado, es una explosión de rabia provocada por diferentes causas.
Los
niños y niñas, sienten un malestar o frustración, justificado o no y ante la
dificultad de manejar esa emoción de manera adecuada, la expresan mediante una rabieta.
Esto
ocurre porque han aprendido algo, aunque no sean conscientes de ello, han
aprendido que ante una rabieta reciben una respuesta del adulto en ocasiones la
que ellos desean, aunque no siempre la mejor para la situación. Es importante que aprendamos a
manejar estas conductas de los pequeños, que les enseñemos a controlar su
frustración y a expresar sus emociones de forma adecuada y productiva.
¿CÓMO ACTUAR ANTE LAS RABIETAS DE LOS PEQUEÑOS?
La regla
general ante una rabieta es actuar para que esta conducta no se haga habitual y nuestros niños y niñas aprendan nuevas formas más productivas de
enfrentarse a situaciones frustrantes.
Es
fundamental que aprendan esto, puesto que generalizaran este aprendizaje
emocional y les llevará a ponerlo en práctica en su vida adulta. Los adultos
tienen conductas similares, solo que las rabietas de adultos ocurren con otro
tipo de manifestación conductual como ansiedad.
¿QUÉ PODEMOS HACER?
10 REGLAS PARA MANEJAR LAS RABIETAS
1.
No debemos prestar atención a la rabieta. Si respondemos de forma automática a la
rabieta, no dejamos que el pequeño aprenda a tolerar esa frustración. Debemos
enseñarle que con las rabietas no consigue su objetivo.
2.
2. Espera a que el pequeño se calme, y
entonces actúa.
3.
Explícale con calma, sin alterarte, que cuando se tranquilice le
prestarás atención y te pondrás con él a solucionar la situación.
4.
No pierdas los nervios, un enfado por tu parte, es una forma de
prestar atención.
5.
Se firme y constante, pero muéstrale cariño
y no enfado. Dile algo así como: “si no te calmas no sabemos lo que te
pasa, cuando te tranquilices nos lo explicas y hacemos algo”.
6.
Desvía la atención del niño o niña hacia
otra cosa.
7.
Procura que los pequeños descarguen
tensiones, llévalo
al parque, a montar en bici, usa el sentido del humor.
8.
Actúa como ejemplo, cuando te sientas frustrado o enojado,
trata de controlarte y no perder los nervios.
9.
Dialoga con él, expresa tus emociones y
procura que ellos se sientan cómodos para hacerlo de una manera adecuada y sana.
10.
10. No
juzgues a los niños o niñas. Se
compresivo y critica en todo caso su comportamiento, explicándole cómo te
sientes, no critiques al niño o niña.
Tipos de rabietas según su causa
1.
El Cansancio. A menudo cuando los pequeños están
cansados, se comportan con rabietas. El cansancio les hace sentir enojo y
malestar y su forma de expresarlo es con una rabieta.
2.
Llamada de atención. Si el pequeño quiere recibir atención,
sentirá un sentimiento de frustración y enojo porque no se le hace caso.
Probablemente intentará otras conductas antes de la rabieta, y si no tiene
resultado dará rienda suelta a su enojo con una rabieta, más aún si esto le ha
dado resultado en anteriores ocasiones.
3.
Conseguir o evitar algo. Otra situación en la que los niños y niñas
suelen sentirse frustrados es cuando no consiguen obtener algo que quieren.
4.
Malestar ante una situación que no les
gusta. Cuando algo no les gusta, también suelen responder con
rabietas, que le cambien de sitio en clase, tener que ir a hacer una visita en
lugar de jugar, un comentario de alguien, una regañina, etc.
5.
El pequeño necesita descargar tensiones,
frustraciones presentes o pasadas. En estos casos el niño o niña
se siente frustrado por alguna situación que le hace enojarse y la situación
actual solo será el detonante.
Celia
Rodríguez Ruiz
Psicóloga
y Pedagoga.
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